La derrota tan significativa del oficialismo en Venezuela en las elecciones del 6 de Diciembre, saltan a la vista unos interrogantes muy inquietantes, que los resumo así:
1. Este triunfo puede ser el paso siguiente al control del poder ejecutivo.
2. Controlado todo el estado, vendrá una época de retaliaciones contra toda manifestación de izquierda.
3. los lideres opuestos al gobierno, sobre todo los de alto y mediano perfil, no tendrán otra alternativa que exiliarse o esperar el golpe de gracia. Las ONG y los EEUU tan solícitos y expectantes ante cualquier violación de los derechos humanos y la democracia, ahora permanecerán en silencio o la justificarán diciendo que es la respuesta adecuada para poder consolidar el nuevo estilo de gobierno. No olvidar el caso chileno, y como siempre la doble moral que siempre ha trabajado la diplomacia de EEUU.
El nuevo gobierno se manejará desde la embajada Americana, la cual se encontrará llena de personal diplomático – la mayoría espías -, los cuales se encargarán de evitar a toda costa que el país regrese a un gobierno popular. En esto EEUU invertirá todo el dinero que se necesite, y todos los medios legales e ilegales.
4. A las fuerzas armadas se les quitarán paulatinamente su talante popular, para inclinarlas hacia una política proclive a los intereses de la oligarquía nacional y el imperio.
5. Las transnacionales estarán impacientes para apoderarse de sus inmensas riquezas: petróleo y gas (el mayor potencial del mundo), minerales de todo tipo, minerales estratégicos.
6. Las grandes conquistas obtenidas por la clase trabajadora durante el gobierno popular o chavista, pronto se esfumarán y serán simples datos históricos; las transnacionales dictarán las leyes por donde transitará el país.
7. Desvertebrado el centro de gravedad, el eje central, la dinámica, el apoyo en el cual se sostenía el proyecto Bolivariano, pronto caerá el imperio sobre los otros países desobedientes a los dictados de Washington. La persuasión o la fuerza jugarán su papel principal.
8. La banca mundial, los EEUU y otros países capitalistas desarrollados inundarán al país de dólares, creando el espejismo de un paraíso en la tierra, de un país en pleno desarrollo incontrolable; pero como esto tan bueno no dura demasiado, los buitres prestamistas pronto se avanzarán sobre este país como perros de presa, sometiendo al gobierno a una deuda impagable. Los ejemplos de Chile y Argentina brillan con luz propia para entender esta situación… es la vuelta al capitalismo salvaje.
9. No es un gobierno más el que cae, es todo un proyecto de alcances no solamente a nivel interno sino también continental. Es la esperanza de América, en el cual tenemos puesto todas nuestras esperanzas los humanistas, la clase obrera, la democracia, los progresistas y toda la izquierda.
NORBERTO BETANCOURT O.
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